LA PERVERSIÓN NATURAL DEL HOMBRE

Es cierto que a lo largo de la historia: con guerras mundiales, sabotajes y persecuciones por pensamientos "heréticos" en contra de la iglesia, partidos racistas como los de Hitler y Mussolini que confinaron decenas de miles de judíos y negros, y en fin, un largo etcétera; el hombre se ha caracterizado por ir contra la naturaleza que lo hace "ser" como tal.

Ya no existen poetas que le cantan a la luna y a los astros, al amor como a la bella doncella; ya no existen escribas como los de antes que deleitaban con su prosa, en el que la pluma verdaderamente era más filosa que la espada; a base de violencia y sangre se ha escrito la historia... Por otro lado, la tecnología invadió todos los lugares habidos y por haber con técnicas que avanzan a pasos agigantados devorando todo vestigio de naturaleza, y haciendo de preludio a lo que se ha dado en denominar la era posmoderna; o bien la sociedad de la información en que "co-habitamos" virtualmente. La técnica se impone a todos los órdenes de la vida, hasta la más cotidiana de las actividades mundanas (por ejemplo chatear, postear en un blog sin ir más lejos)... Lo cientificísta prima más que cualquier naturalidad: ya sea el simple hecho de ver un bello amanecer tras una ventana; leer un buen libro policial a la noche, esperando ansioso el desenlace final que completen las pistas del rompecabezas de la trama; o bien algo más rutinario, como pasar un día en familia con tus pares, disfrutando de un trato limpio y cordial sin segundas intenciones, sólo lo más "natural" posible. Pero, claro, en ese mundo no vivimos, vivimos en un mundo acelerado hasta la parodia por las comunicaciones, por los avances de la técnica: un mundo plagado de histerias y locuras colectivas; de bombardeo de información y "caos", controlado a reprimendas policiales -digitado cuales piezas de ajedrez por sus gobernantes y presidentes. Un mundo perverso y deformado por intereses vanos, abyectos, en que la cotización del dólar, y ahora el euro, y los mercados son más importantes que un "nene" africano muriéndose de hambre; o un medio-oriental pisoteado por tropas yanquis tras la invasión a los Irakies... Es un mundo tan perverso que ni siquiera me dan ganas de seguir revolviendo en esta mierda en la que vivimos. No tiene sentido atormentarse reproduciendo la misma bazofia que creamos ya desde la escritura para los lectores. El único sentido que veo en todo esto es el proponer alternativas para el cambio de actitud: la de sometidos a las lógicas del poder circundante; las que nos vuelve esclavos de un sistema que te absorbe cual embudo en un círculo vicioso... hay que desembragarse de todo esa locura... pero es difícil.... ¡Ya lo creo!

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