LA HIPOCRESIA DE LA QUE MUCHAS VECES SOMOS CÓMPLICES

Abro este posteo para proponer una autocrítica a nuestro entorno más inmediato, a nuestra cotidianeidad más próxima, sea cual fuere la escala social en que uno se emprende en el diario vivir. A lo que voy es a un llamado de atención, empero -como profesa este blog cual resabios- como un, "...espacio de opiniones echadas en cara, pero con respeto...".

No por ello cerradas herméticamente a críticas constructivistas. La puesta en común que propongo es no mirarnos sólo "nuestro" ombligo o, haciendo uso de adagios populares, "la paja en el ojo ajeno" sin ningún tipo de consideraciones de sus consecuencias inmediatas. Si hay algo de lo que siempre voy a renegar, por principios míos de recato, son los "chismeríos" baratos y "boberías infundadas" influjo directo -ya sean por envidias, diferencias de orgullo o por tradiciones "culturales" de hablar mal del otro- del desconocimiento de causa de la historia personal que cada cual lleva como cruces del destino, por así decirlo... Me revienta sobremanera -sí, así con rabia, despotricando a cualquier detractor- que la gente se enmascare detrás de la masa, aprovechando su falsa identidad adquirida en ese colectivo, y con afán de criticar sin razones aparentes, más que las de contrariar o hacer daño gratuitamentes, argullan infamias y calumnias de cualquier tipo. Bien sabido es que las sociedades, desde las más avanzadas hasta las más primitivas, recrean disputas de intereses, como móviles de valores impuestos a regirnos por conveniencias varias... este mundo tiene una pulsión vital de moverse entorno al dinero; el sexo y los intereses partidarios; como a alinearnos con las estructuras de poder de turno, y un sinfín de etcéteras en cuanto al sistema que nos ocupa. En cuanto al comentario de un amigo -que viene a colación del tema que estoy tratando- de la carrera en la cual estudio le contesto lo siguiente: en su comentario alude al hecho de que "no sirve filosofar sobre el sistema". A él, como a unos cuantos que tienden a reproducir el pensamiento único, al que inevitablemente nos tienen acostumbrados, les digo, sí sirve cuestionar el universo rígido de esta realidad digitado para y por unos pocos ; porque sino caemos más abajo aún que el conformismo habitual de vivir sojuzgados mas por quienes se autoproclaman autoridades morales del ser humano... Sí sirve pensar que hay cosas mejores que reproducir, cual altoparlantes lo que nos estén dictando sin más cuestionamientos; sí sirve pensar que hay universos alternativos -que no precisamente se alejen de la realidad, sino que propongan algo mejor- que no sea ponernos la casaca de los que nos conviene o, está "socializado" y "convencionalizado" en lo "aceptable" y, tristemente, "bueno". ¡Señores y señoras!, apelo a su sentidos comunes para sincerarnos aunque sea sólo en la tranquilidad de nuestras conciencias -que aún aunque quieran ser vapuleadas nunca podrán con nuestras pulsiones naturales de justicia-; y diganme ¿a quién le gusta vivir en la soledad de la incomprensión que se perpetua en este sistema de individuos alienados? Creería que nadie, pasa que no nos damos cuenta, y me incluyo en esa franja, si no fuera que hoy día estoy empezando a replantearme que sirve luchar por lo que uno cree... A todos aquellos que levantan la bandera de la moralina barata de "ajústense al sistema", les digo está bien si siempre quieran ser el país más corrupto del planeta, así como nos ven en todo el globo terráqueo. Para finalizar se las dejo "picando" con otro dicho popular (como para no perder las costumbre, paradójicamente), "Hazte fama y echate a dormir...", en esa situación nos encontramos todos los argentinos a mi parecer.

1 Opiniones:

Jeremias Molina | 25 ene 2014, 10:28:00

MUY CANTINFLERO EL COMENTARIO.